El jovencísimo atacante amarillo fue clave para que la UD lograra la primera victoria de la temporada
El arranque de Las Palmas esta campaña ha sido, cuanto menos, decepcionante. Apenas tres puntos y tres goles (todos de Rubén Castro, que además estará dos meses de baja) en las cuatro primeras jornadas mantenían a esta Unión Deportiva en puestos de descenso.
El bloque defensivo funcionaba, pero desde el centro del campo hacia adelante, el equipo era un desastre. La falta de creatividad y de imaginación hacían presagiar lo peor a la afición. Solo había un clavo ardiendo al que la gente podía agarrarse en ese sector del campo, y hoy ha demostrado por qué: con apenas 16 años, Pedri González ha anotado el primer y único golazo del encuentro ante el Sporting.
Fuente: LaLiga |
Sus cualidades se aprovechan al máximo cuando recibe el balón en los tres cuartos de campo, de frente a la portería. Es rápido, potente, y dribla como pocos jugadores de la categoría de plata de nuestro fútbol. El descaro, a pesar de su edad, es una de sus grandes virtudes. No teme a encarar, amagar, disparar, o llevarse un golpe. Los pases que da son milimétricos, y siempre en el momento y al sitio precisos. Es fútbol puro, de la cabeza a los pies.
En el típico partido muy táctico de Segunda División, en el que apenas estaban pasando cosas destacables, cada vez que el '28' amarillo tocaba la pelota, deleitaba a los espectadores con esa forma que solo él tiene de arrancar, de moverla, de acariciarla, de hacerla suya. Por momentos, parecía de todo menos un crío en plena adolescencia. Aparecía por cualquier lado, por el centro y por ambas bandas, gracias al excelente manejo que tiene de las dos piernas (es diestro).
En esas estaba el canario, cuando, en un abrir y cerrar de ojos, metió la directa entre dos rivales, y se deshizo de ellos como si de conos se trataran. Pisó área, se paró, miró aguantó, y dejó atrás una pelota perfecta que un compañero hubiera engatillado con el alma... De no ser porque un defensa sportinguista la cortó claramente con una mano que el colegiado no señaló. Esa jugada no sirvió para poner el primero, pero sí para encender (aún más, si cabía) al jugador más talentoso de los 22 que había sobre el verde.
Fuente: UD Las Palmas Foto |
Durante la segunda parte, el espectáculo del chicharrero se intensificó. Empezó a buscarla aquí y allá, a dar pases y hacer regates, a personificar al mismísimo Andrés Iniesta con esa forma de moverse. Ninguno de los dos equipos era capaz de llegar a posiciones peligrosas, pero Pedri se había hecho amo y señor del partido. En el minuto 62, De la Bella recibió un balón, que parecía intrascendente. Estaba demasiado lejos del área. Lo levantó ante un rival, y llovido del cielo, le cayó a Pedri, que, durante una décima de segundo, se transformó en pintor y dibujó la más bella obra de arte que un aficionado de Las Palmas podía ver en ese momento: le pegó a la pelota un latigazo tremendo, no con el pie sino con el alma, y la mandó a la jaula para rubricar el que sería, a la postre, el primer triunfo de la UD en lo que va de Liga.
Sin embargo, los canarios aún tendrían que sufrir antes de poder celebrar la más que ansiada victoria. El Sporting, en un arreón de casta, se volcó en los últimos minutos y tan solo una mano absolutamente celestial de Josep a Pablo Pérez en el 93', pudo privar a los rojiblancos de llevarse un punto de las Canarias.
Pedri González, 16 años, 9 meses y 25 días. El jugador más joven en marcar con la camiseta sagrada de la Unión Deportiva Las Palmas. Juzguen ustedes, un servidor se ha quedado sin palabras.
Juan Sampedro
Juan Sampedro
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