El papel del Real Madrid en este mercado de fichajes ha sido importante, pero no tanto como esperaba la afición, que ha quedado decepcionada.
Fuente: Diario AS |
La afición del Real Madrid esperaba que su equipo fuera el principal agitador del mercado a golpe de grandes fichajes. Sin embargo, esta expectativa no se ha visto cumplida por un club cuyo único fichaje galáctico ha sido el de Eden Hazard.
La afición no está contenta pese a que el club ha hecho un gran desembolso, motivado en gran parte por la inflación que sacude cada vez con mayor medida el mundo del fútbol. Y es que, salvo el mencionado belga, los fichajes han llegado a la casa blanca con la cabeza gacha y resignados a ocupar un hueco en la banca. Algunos minutos esporádicos les está dando Zidane a los nuevos, como hizo en la Cerámica con Jovic y Mendy. No obstante, sobre el papel todos son suplentes: Marcelo es titular ante Mendy; Benzema es titular ante Jovic y Ramos y Varane son titulares ante Militao.
Fuente: Transfermarkt |
Este enfado ha crecido exponencialmente por la expectativa que creó la vuelta de Zidane. El entrenador de las tres Champions consecutivas volvía a casa con una teórica autonomía en la planificación deportiva. Pese a ello, a la hora de la verdad eso no ha sido completamente así, puesto que las únicas peticiones que se le ha concedido al técnico han sido la de Ferland Mendy y la de Eden Hazard. Durante todo el verano los principales medios de comunicación de la capital se han hecho eco de numerosas peticiones de Zizou que han acabado siendo desatendidas: Mané, Koulibaly, Ndombele... y Pogba. El mediocentro francés ha sido el principal fracaso del mercado madridista, por delante del no fichaje de Neymar.
Fuente: Real Madrid |
Sin embargo, el problema no solo ha estado en las "no llegadas", sino en las "no salidas". Mariano, Bale y James son tres futbolistas que estaban completamente desahuciados en junio y que a día de hoy forman parte de la plantilla con la que Zinedine Zidane busca alzarse, al menos, con la Liga. Significativo es el caso de Gareth Bale, que Zidane echó públicamente en rueda de prensa y que ha acabado quedándose y siendo titular (ante la ausencia de fichajes).
Todo esto y los malos resultados han encendido las alarmas en la afición, que afronta la presente campaña con menos ilusión que nunca y son los jugadores los que deben, sobre el campo, volver a encender esa llama.
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